El cultivo de limón de Menton (IGP) es una rareza que pervive gracias a la dedicación de citricultores especializados. Los limoneros crecen en un lugar lleno de encanto, en las terrazas que forma el terreno en Menton, frente al mar Mediterráneo. Estos frutales marcan el carácter del paisaje. El limón de Menton, un fruto dorado por el sol, alcanza una mayor concentración de azúcar para resistir el frío. Ofrece un sabor suave, floral y fresco, aromas intensos y una notable persistencia en boca. Los limones de Fabrice Puech se cultivan en una antigua plantación familiar con árboles centenarios y bicentenarios, regados con el agua que llega desde los manantiales de la montaña. Maduran en el árbol, no se les aplica ningún tratamiento y se cosechan a mano. Estos delicados métodos de cultivo permiten consumir la cáscara del cítrico, muy perfumada y de grano fino. La singularidad de este exclusivo fruto ha inspirado a Ponthier para crear una receta en formato triturado, elaborada con el limón entero. En las instalaciones de Ponthier en Objat, se preparan los limones, se despepitan, se confitan en frío para que revelen toda su potencia aromática y, finalmente, se trituran. El triturado aporta intensidad y textura a las creaciones pasteleras; además, se puede emplear tal cual o se puede volver a triturar si se precisa un grano más fino.